En el transcurso de las primeras semanas de este año la comunidad asistió a la aparición de voces representativas de los ámbitos educativo y político que salieron a celebrar el pasaje de la Escuela 27 de Piedras Coloradas a tiempo completo. Antes del inicio del año lectivo se informó que el cambio sería gradual, esto implicó que en 2024 pasaran al régimen de tiempo completo (de cuatro a siete horas y media de clase por día) los grupos de cuarto, quinto y sexto mientras que en 2025 serán incorporados los primeros cursos.
Cuando en febrero el inspector de Primaria, Carlos Casaretto, confirmó la novedad reconoció que el cambio “era algo muy solicitado tanto por la comunidad como por los docentes” y anunció “cambios edilicios” en los cuales, según dijo entonces, “se está trabajando”.
Sin embargo el año se puso en marcha sin que se concretaran los cambios necesarios. Esto determinó que las familias de los estudiantes tomaran la decisión de publicar sus reclamos.
En una nota que dirigieron al presidente de la Junta Departamental con fecha del 23 de abril, denunciaron que los niños están “amontonados” y recordaron el compromiso, que sigue pendiente de cumplimiento, de envío de contenedores para suplir la carencia de salones; la falta de talleristas y/o profesores que se hagan cargo de las horas recreativas y de personal de servicio y la falta de ajuste de la partida para el comedor lo que implica que “comen más niños con la misma partida de alimentación”.
En el ámbito político se destacaron las acciones del edil Andrés Imperial y el senador Eduardo Brenta que trasladaron estas inquietudes a las autoridades nacionales de la educación e hicieron que el tema se conozca más allá de las fronteras del departamento.
“Pero, lamentablemente, todavía no hemos tenido respuestas, ninguna”, confirmaron a 20Once algunos padres de los alumnos. “Nadie nos ha dado solución aún pero seguimos esperando una respuesta, nos negamos a pensar que van a dejar que la escuela siga funcionando así”, agregan. Detallan que “siguen sin llegar los contenedores que supuestamente venían en camino hace meses ni se empezaron a hacer las obras de las bases para colocarlos, nada. Seguimos en veremos…”, afirman y no esconden la preocupación que les genera las condiciones actuales del centro y cierto rechazo a los sistemáticos incumplimientos.