“Mi coalición es con la gente, yo no obedezco mandatos y mi trabajo siempre va en beneficio de la gente. Desde un pueblo chico he tratado de demostrar que hay otra forma de hacer política y, de alguna manera, los números me avalan porque Quebracho es el único lugar del país en el que el Partido Colorado, con todos los problemas internos que ha tenido a lo largo de estos años tanto a nivel departamental como nacional, ha crecido sostenidamente”, reivindicó Franklin “Gino” Belveder.

Los objetivos

El concejal quebrachense busca “estar más en la cocina de la política partidaria” y para ello es candidato a la convención departamental encabezando una lista que integran cien personas, todas residentes en la ciudad (Lista 2225 que acompaña a la hoja de votación nacional 225).

Dijo que el objetivo de la campaña rumbo a las internas ha sido el de demostrar a la población del departamento esa otra manera de desarrollar la política. “Nosotros hoy tenemos un equipo muy bien formado y la idea era retransmitir en Paysandú esa experiencia. Seguramente el tiempo no nos dio. Varias son las situaciones y de algunas somos responsables nosotros, otras son ajenas, son externas”. En esa línea, envió un nítido mensaje a la dirigencia colorada por cierta actitud omisa ante algunas necesidades propias de la preparación de la instancia electoral. Puso como ejemplo las dificultades de ciertos grupos, que se podrían reconocer como los más chicos o de menos recursos, para llevar sus hojas de votación a todos los circuitos; dijo que una acción mínima de coordinación podría haber resuelto el tema “por el bien del partido”. “Así no vamos a lograr crecer, no hay manera”, sostuvo y manifestó la disposición de su organización a viabilizar la presencia de otros colectivos en las mesas de votación.

Crítico con una forma de hacer política y de manejar la actividad institucional que considera ya superadas, aseveró que quienes han estado el frente del partido en los últimos años tienen que responder sobre las bajas votaciones a nivel departamental.

Estimó que el 30 de junio se podrían emitir unos 5000 votos sanduceros hacia su partido y explicitó la aspiración de su grupo de alcanzar unas 600 adhesiones en el departamento. Esto implicaría duplicar la base electoral que tendrían en Quebracho y daría cuenta de cierta visibilización más allá de esa ciudad.

Sin codazos y sin canilleras

Belveder apela a la idea de que desde la ex villa se podría impulsar cierto renacimiento del partido que fundó Rivera y ante la consulta sobre un impulso similar gestado hace algún tiempo desde Guichón, reflexiona, “no voy a hacer comparaciones porque realmente no sé cuáles fueron las razones que terminaron con ese movimiento que nació del este. Habrá que ver también cuáles fueron las aspiraciones de quienes dirigieron ese movimiento. Muchas veces las formas también inciden para llegar o no a los grupos colorados y demostrar qué es lo que uno quiere hacer. Hay muchas variables que después que uno está en política se da cuenta que para intentar movilizar esas estructuras que ya tienen años  no es fácil, tratar de llegar a todo el departamento de Paysandú sin pegar algún codazo a los compañeros es tremendamente difícil. Nosotros venimos jugando muy limpio, venimos jugando sin canilleras porque como no venimos a golpear a nadie”.

La renovación del partido

El quebrachense contó que seguramente ya no estaría militando en lo partidario si no hubiese aparecido la precandidatura de Andrés Ojeda e incluso reconoció que hubo charlas durante “dos o tres meses” hasta que al fin definió su incorporación al sector.

“Ojeda es la única posibilidad de renovación real que tiene el Partido Colorado, de verdad trae una nueva forma de hacer política, de comunicar, de vincularse con la gente. La renovación no sólo pasa por la cuestión de la edad sino, sobre todo, por las ideas”, defendió para agregar que, llegado el caso, no dudará en señalar aquello que el dirigente pudiera hacer en contradicción con el discurso desarrollado en esta campaña.