En tiempos vertiginosos de energías negativas, malos hábitos y ansiedad por el futuro, la China milenaria da respuestas a través de prácticas que se van popularizando. 20Once dialogó con el profesor Emiliano Dantaz quien dicta clases de Tai Chi Chuan y Chi Kung.

Siendo niño vio en Cerrito y Soriano a un profesor practicando artes marciales y se le grabó en la memoria. Desconocía que ese maestro era tío de su madre. “La historia que ella me contó me quedó, por así decirlo, en el inconsciente. A los 20 años yo hacía fútbol playa cuando vino un profesor de Montevideo a practicar Tai Chi y Kung Fu”. Y a partir de allí comenzó un camino de aprendizaje constante y apasionado que se nota cuando se expresa. Continúa formándose en la escuela Bagua de Buenos Aires. Tiene en sus grupos personas de las más diversas edades porque “la idea es comenzar de joven para que cuando llegues a ser adulto mayor tengas la capacidad de llevar energía y control sobre tu salud. No se trata de esperar a ser mayor para trabajar tus articulaciones».

Con el Tai Chi y el Chi Kung pueden superarse algunos problemas y los resultados dependerán de la perseverancia. Recomiendan practicar de 2 a 3 veces por semana y si es posible, diariamente. “Se bajan los niveles de ansiedad, estrés, bloqueos energéticos y esto de pensar demasiado en el futuro, efectos provocados por la vida diaria y la mala alimentación. Cuando sos consciente de los niveles de ansiedad, las contracturas y emociones, es cuando te proponés ayudar a esas personas que transitan los problemas actuales”.

El Tai Chi es un arte marcial cuya base es el Kung Fu y tiene dos vertientes: interna y externa. Esta última es la lucha cuerpo a cuerpo mientras que la primera resulta más suave, más lenta y es en la que el profesor Emiliano Dantaz hace énfasis aunque -aclara-, «esto no quiere decir que no estemos haciendo el externo, sino que nos centramos en la energía interna».

Explica que “con el Tai Chi interno movemos energía y aunque no demanda tanta fuerza en la parte superior del cuerpo, las piernas sí la adquieren debido al desplazamiento lento, como yendo semi sentado y costará más. Una vez que generás fuerza en las piernas, la parte superior cuesta mucho menos”.

Emiliano Dantaz dicta clases grupales en Club Colón (Colón y Felippone) lunes y miércoles a las 9; en gimnasio Focus (Varela y Río Negro) a las 16 horas los miércoles y viernes y en la ACJ (Herrera e Ituzaingó) a las 18 y 30 lunes y miércoles. También dicta clases personalizadas para enfocarse en la patología que la persona tenga y vía on line. En Instagram: @equilibriotaichi. En Facebook: Emiliano Dantaz. Pueden contactarlo al celular 099 42 76 82.

No es cuento chino  

El Tai Chi data del año 1.500 aproximadamente. Su historia -como la cultura china- es apasionante. Por aquellas épocas, cada familia practicaba artes marciales, transmitiéndola de generación en generación. La familia Chen cautivaría con su estilo a un alumno externo que creó su propia estructura “y esa es la que aprendemos en nuestros cursos». Debido a que las familias adineradas se interesaron en aprender pero desconocían el Kung Fu, se adaptó la técnica haciéndola más lenta.

“Con el Tai Chi se logra conectar energía, mente y cuerpo y a su vez trabajan los dos hemisferios del cerebro debido a los movimientos combinados. Es como un desafío para que cuando seamos mayores podamos usar ambas manos y piernas”. Estudios actuales afirman que es posible educar al cerebro para modificar o incorporar hábitos. El Taoísmo lo descubrió en el 1.200 antes de Cristo.

En el Chi Kung, algunos movimientos son más estáticos. Se centra en los puntos de la medicina china. “Desbloqueamos esos puntos para que lleguen los nutrientes a nuestros órganos, fluya la sangre, desintoxicándola, en un tiempo en el que consumimos demasiados alimentos con conservantes”. Agrega Emiliano Dantaz que con la comida actual “despreciamos energía”. Como ejemplo: una manzana se digiere sin procesos extras pero, al consumir un alfajor con conservante, el estómago debe atacar el conservante primero y luego el alimento.

Hay documentos acerca del Chi Kun que datan del 3000 AC y se refieren a energía, conexión mental y física. Los ejercicios tienen más elongaciones para la relajación del músculo. El Tai Chi “podríamos decir que es más coreográfico, más sutil. En cambio con el Chi Kung estamos masajeando los puntos energéticos para su desbloqueo ya que la medicina china considera que la mayoría de las enfermedades son por estancamiento energético”.

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