José Luis Espillar, La Otra FM
Fue un partido con dos tiempos bien diferentes en lo futbolístico. En el primer tiempo Paysandú tuvo tres hombres en el fondo, cuatro en mitad de terreno, uno de enganche y dos arriba. Se repitieron los mismos errores del sábado anterior. No se tenía la pelota en el medio, no había quien levantara la cabeza y pensara jugar por afuera o a veces meter un pase entrelíneas. Se terminaba con pelotazos largos buscando a Vidiella, la corrida de Logiuratto. Alguna salida también de Mascaraña por sector izquierdo. Al tiempo que Charbonier que estaba adelantado a esa línea de cuatro y no es donde se siente cómodo. Él rinde haciendo el doble cinco, lo hizo con Silvera en Litoral. Se fue el primer tiempo con pocas chances de gol. Tacuarembó se defendió bien, salía de contra con Duarte, y con Di Lana que creemos no debió salir.
El empate nos daba la clasificación pero el gusto era a poco. Más de 200 minutos sin hacer goles y sin ganar. Además sin generar.
Para el segundo tiempo ingresó Anderson Coelho que no había estado ante Salto por temas internos que comentó el entrenador. La primera que tocó la mandó a guardar y le dio la tranquilidad suficiente ante un equipo que defiende bien, que es difícil encontrarlo desarmado.
El que tenía la pelota, el que no la rifaba era el 8, el diferente, Anderson Coelho. Paysandú tuvo otra tónica, al equipo, a Benítez, a Vidiella, a «Toto» Silvera. Además Charbonier volvió a ser el que nosotros estamos acostumbrados a ver, a jugar de doble 5 y a no perder la pelota.
Hubo un buen trabajo de Lucas Rosa, el golero de Tacuarembó porque Paysandú empezó a llegar. Fue todo de Paysandú el segundo tiempo más allá de algún tiro de esquina de la visita.
Ahora se va a trabajar de otra manera para volver a enfrentar en semifinales a este mismo equipo.
