Espacio FA
Balotage 2019
Los resultados del balotage del domingo 24 han encontrado a nuestro Frente Amplio como lo que realmente es: una fuerza constructora. Allí donde otros verían desencanto, hay un grupo de alegrías contagiosas. Donde otros sentirían la pena del fracaso triunfalista; nosotros formamos un círculo donde bailar al ritmo de «somos la ola esperanza» porque la alegría de pertenecer es lo que nos sostiene y alimenta.
Somos una ola que no arrasa con nada porque incluye y elige juntar los errores en las orillas de los convencimientos. Si hay fallas es porque hay proyectos e ideas. No somos infalibles.
Ha crecido la militancia que al colocar sobre sus hombros la bandera de Otorgués, se constituye como la gran responsable de que sigamos siendo el partido que ha dejado profundas huellas en la gente que nos ha necesitado.
Ese es el germen de la política que molesta a los sectores privilegiados.
El Frente Amplio es esa bandera de retazos que fue en la búsqueda de cobijar al que sufre; es el partido político de los acontecimientos verdaderamente trascendentales y sabe que es en el territorio donde quedan marcadas las huellas del trajinar diario.
Nada ha sido fácil. Cuesta revertir el poder de la palabra que coloniza mentes, que desinforma, convencida de ser dueña de las verdades que ya no son tales en épocas de fierros mediáticos, ataques sistemáticos y universos capitalistas.
Tenemos que estar atentos a nuevas zancadillas. Estamos amenazados por una atmósfera conservadora que podría hacer temblar nuestras conquistas, nuestras mejores libertades. Creemos que los derechos no pertenecen a un partido político sino a la gente pero han sido otorgados porque el Frente Amplio gobierna desde hace 15 años.
Nos ha colocado en el grupo de países con las leyes más avanzadas, con énfasis en la población de menores ingresos, con la presencia y controles del Estado como garante de la población cuyas demandas estaban insatisfechas.
Es imposible enumerar los logros en tan poco tiempo. Recordemos el denostado programa PANES, que fue sólo un comienzo para mitigar las emergencias alimentarias que dejaron los gobiernos anteriores, que continuó luego a través de planes para poblaciones sumergidas en la miseria y la desesperanza; la interrupción voluntaria del embarazo, que no es promoción de asesinatos sino una política de Salud Pública; el Sistema Nacional Integrado de Salud permitiendo el acceso universal a la salud; hitos históricos como las operaciones oftalmológicas para aquellos que tenían vedado el derecho a ver el mundo que los rodea.
Podemos hablar de los logros macroeconómicos en una región que tiembla por las crisis y beneficia a los que más tienen; a los proyectos para los pequeños productores agropecuarios; hemos transparentado el Instituto Nacional de Colonización, las becas para estudiantes de familias carenciadas que antes les estaban vedadas por amiguismo y clientelismo; el Plan Ceibal; los Consejos de Salarios como ordenadores de los ingresos.
Nos queda por el camino promover más avances aunque el Frente Amplio ha empoderado a la población y en ese sentido, aportó las herramientas para defender lo logrado.
Hay sombras del pasado que asolan la región y provocan el padecimiento de nuestros hermanos. Bregamos por la reflexión crítica, en la que nos incluimos, para que este país siga siendo ese faro de lucha conciente que sabrá defender un destino mejor.
Durante estos quince años ha sucedido mucho, conquistamos mucho, generamos logros históricos, niveles de crecimiento y distribución sin precedentes. Lo que queda en el debe pesa menos en la balanza, sin dudas.
Hay que considerar variables que influyeron al instalarse ese relato subjetivo en la agenda pública acerca de los temas que convenían, con la complicidad de los medios masivos de comunicación, ocultando noticias positivas que eran resultado de las políticas públicas de nuestro gobierno. El surgimiento de nuevos fenómenos o formas de manifestación de la derecha y ultra derecha en un plan internacional y regional de restauración conservadora de enorme retroceso para nuestro pueblo, entre otros.
De todas formas, seguimos siendo la fuerza política con mayor respaldo popular; la bancada más fuerte del Parlamento, con un programa único, con una participación democrática abierta y amplia demostrada en nuestra representación política interna, parlamentaria y social. Nuestro enorme capital es el valor de la militancia, tan grande que pudo disputarle la elección a una coalición multicolor compuesta por cinco partidos, capaz de abrazar a quien sea para sacar al FA del gobierno.
Seguiremos construyendo el país que soñamos y somos el escudo de nuestro pueblo en defensa de sus conquistas. Nada ni nadie nos impedirá construir un futuro cargado de esperanza y de sueños.
Somos semilla que continúa germinando hundiendo sus raíces en la profundidad de nuestras esperanzas y ramas y hojas nuevas.