La piscina Thomás H. Indart de club Remeros fue nuevamente habilitada en el día de hoy para el disfrute de socios cumpliendo con los protocolos sanitarios que son más estrictos que en la etapa anterior, previa al 1o. de diciembre. En el nuevo reglamente se señala que se “implementan medidas destinadas a disminuir el riesgo de infección por el SARS-CoV-2, virus causante del COVID-19 en las instalaciones del Club Remeros Paysandú, teniendo en cuenta las recomendaciones establecidas por las autoridades nacionales (Ministerio de Salud Pública y Secretaría Nacional del Deporte)”.
Los responsables de supervisar el cumplimiento del protocolo serán las autoridades del CRP y los profesores a cargo.
En ese sentido se aprovechará a reparar los vestuarios con dineros provenientes de la ley de mecenazgo.
Se tomará temperatura. Se proporcionará alcohol en gel para desinfección obligatoria de manos.
Se dispondrá de pediluvio con amonio cuaternario.
Se obligará a usuarios y funcionarios a utilizar tapabocas.
Se realizará registro de nombre de toda persona que ingrese a la institución así como de número de teléfono celular.
Aforo
Si bien las dimensiones de la piscina, permiten un aforo sensiblemente mayor, se establece un aforo máximo de 15 personas, por turno, divididos en los seis carriles, a efectos de brindar mayor seguridad a nuestros usuarios y funcionarios.
Generalidades
El agua utilizada en la piscina recibe un tratamiento diario de filtrado, adicionado de hipoclorito de sodio y chequeo de ph.
Queda prohibida la entrada a las instalaciones de piscina a toda persona ajena al personal o usuario de la actividad correspondiente.
Los turnos para las actividades a realizarse en la piscina, serán de 50 minutos, con el objetivo de evitar aglomeración de personas entre el ingreso y el egreso a la actividad.
Las puertas y ventanas permaneceran abiertas a fin de garantizar una correcta ventilacion natural.
Gradas inhabilitadas
Los vestuarios no serán habilitados hasta que las autoridades competentes así lo determinen. En ese sentido se aprocherá a reparar los mismos con dineros provenientes de la ley de mecenazgo.
Para el ingreso de los usuarios a la actividad, se exigirá ducha previa. La misma se realizará en el exterior, en el sector contiguo a la piscina.
Se dispondrá de lugares separados para los usuarios para el guardado de sus pertenencias (toallas, ojotas, batas, etc) de forma de evitar el contacto e interacción con el resto de los usuarios.
Estos puntos serán desinfectados antes y después de su uso así como toda el área.
El entrenador o profesor de natación coordinará el ingreso y salida de los participantes de las clases de forma de evitar aglomeraciones y mantener el distanciamiento.