Inicio de clases
Darío Rodríguez
¿Cómo se explica? El elenco gobernante en la campaña electoral hizo énfasis,-entre otros asuntos-, en lo mal que estaba la enseñanza en el Uruguay. Sin introducir los matices del caso hizo “tabula rasa”: no dando, por ejemplo, mayor significación al proceso de descentralización territorial, accesibilidad a la formación universitaria.
Como suele suceder, -no son tan creativos-, y sin desconocer las dificultades y desafíos de la educación y los déficit que dejó el FA, la derecha, lejos de mejorar el sistema profundiza sus inequidades y para “superarlas” alimenta la inconmensurable fractura social. Hay, por los menos, dos países.
Casi todos los liceos ven disminución de grupos y al 6 de la ciudad se le negó el armado de sexto año
La regresión planteada, más allá de compartir la búsqueda de la presencialidad con las condiciones adecuadas, tuvo su materialidad en la LUC y en el presupuesto quinquenal aprobado con alegría multicolor. Estos comentarios que pueden parecer abstractos, tienen su correlato en la vida cotidiana de las familias y la formación de los hijos. Es sabido que la educación tiene esa dualidad, por un lado, trasmite contenidos, disciplina, a los efectos de preservar el sistema social dominante y, por otra, provocar reflexión, análisis, que puede contribuir a la búsqueda de alternativas de organización que superen un sistema intrínsecamente injusto, expoliador. Por todo esto, la educación siempre es, aunque no se diga, un campo de disputa, de construcción de subjetividades. La derecha hace caudal en el primer aspecto. Aunque tampoco se puede pedir más de lo que corresponde: la fractura social, la violencia creciente, la marginación, la ausencia de proyectos personales/colectivos, no lo puede resolver el sistema educativo, es materia de otras esferas.
Con la LUC, por ejemplo, el gobierno comandado por el herrerismo desmontó los aspectos salientes de la ley general de educación del 2008. Pasó de los gobiernos colegiados de los distintos subsistemas (Primaria, Secundaria, UTU), con presencia de los docentes desde hace décadas, a gobernanzas unipersonales. Puso en Primaria, Secundaria y UTU directores generales que decidirán por sí y ante sí, cuestiones que revisten complejidad y siempre requieren el aporte de los colectivos involucrados que, por otra parte, viabilizan la funcionalidad del sistema. El presupuesto fue el “golpe de gracia”; redujo los recursos y tal decisión tiene efectos bien concretos.
En Paysandú, la Escuela Técnica, que el año pasado tenía unos 2.500 estudiantes y 400 docentes ve que se eliminan todos los grupos de primer año de la Formación Profesional Básica (FPB) y son trasladados al Ciclo Básico (CB). Pero en el CB no se agregan equipos para sostener a estos estudiantes. La FPB atendía extra edad, repetidores y los reinsertaba con un trabajo docente específico. Conviene refrescar la memoria y señalar que la FPB, se iniciaba en el 2007, como un programa de inclusión para jóvenes mayores de 15 años. Diez años después se hizo más abarcativo. Tiene un componente de base profesional (mecánica, informática, deporte, gastronomía, sanitaria, carpintería, etc) y otro teórico integrando ambas modalidades. Algunas horas teóricas se integran, en el mismo modulo, con lo técnico. En definitiva es un CB con una impronta diferente; que resultó muy atractiva. Al “regresar” al 2007, reducen grupos y, por ejemplo, un docente con 20 horas puede tener 40 estudiantes a cargo. En el planteo iniciado en 2007,el docente oficiaba de nexo con la familia, facilitaba ciertos contenidos. Ahora con 10 horas docentes se pretende que se atienda la misma población estudiantil; una notoria rebaja en la calidad. En Paysandú de 9 educadores se baja a 2. Un docente consultado dijo que la propuesta es “maquiavélica”. La vieja UTU (Consejo de Educación Técnico Profesional) recuperó prestigio con los cambios y había dejado de ser visibilizada como formación pobre para pobres. En secundaria local, el recorte caerá, como una guillotina, sobre algunos de los 12 liceos departamentales. Casi todos los liceos ven disminución de grupos y al 6 de la ciudad se le negó el armado de sexto año; con lo cual se castiga a los estudiantes de Nuevo Paysandú ya que los otros centros le quedan lejos y a la noche merma la locomoción. A esto hay que agregarle eliminación de horas coordinación, de bibliotecólogos, etc.
Como se ve, al gobierno le interesa sobremanera la educación de las futuras generaciones.