UN LABURANTE DE LA MÚSICA
Escribe José María Brunini
Desde hace más de 50 años, el coterráneo Hugo Merlo trabaja de músico; ese oficio que -como lo citábamos en la entrega anterior- muchos aún desconocen. Un profesional, realmente, que se decidió por la capital argentina para desarrollar su trabajo, el que abarca la guitarra, el canto, la composición, la dirección musical de varias figuras y hasta la producción.
Aún en la modalidad del resumen, citamos algunas de las concreciones de Merlo, todas con las herramientas de la música y en las áreas que mencionamos. Como guitarrista y arreglista, acompañó durante más de 25 años a la figura de la Patagonia Hugo Giménez Agüero, fallecido en un accidente de tránsito; esa relación le brindó al sanducero la oportunidad de subir al escenario mayor del célebre Festival de Folklore de Cosquín durante todo ese tiempo. A nivel de producción, lleva adelante en Buenos Aires -con proyección a varias provincias- el sello discográfico “Fonopay”; en este sentido, otros artistas de muy interesante propuesta y gran nivel, concretan sus fonogramas.
Como ejecutante y cantante, “el Hugo” -como lo llamamos sus amigos- y “dende gurí” (al decir de Sampayo), es poseedor de virtuosismo instrumental y una voz agradable, con un tinte melódico y muy comunicativa. En la línea de la composición deseamos detenernos en “Paysandú: poesía, música y canto”, obra basada en un cuaderno que Aníbal le confiara en 1999, conteniendo poesías que Merlo no solo musicalizó, sino que además interpretó y grabó. De la inspiración también de Sampayo, creó las melodías de la cantata “El Sitio Heroico”, la que tuviera dos versiones, y de las que participó su hermano Horacio Merlo, reconocido actor y comunicador. Es también autor de las músicas de poemas de Miguel Ángel Pías, lo que presentara hace poco tiempo en el Auditorio Municipal que, precisamente, lleva el nombre del destacado poeta.
Reiteramos lo de resumen…Es que Hugo Merlo Taborda no solo cumple como se debe con su “oficio de músico”, sino que ha desplegado -y lo sigue haciendo- una suerte de intensidad, diversidad y, sobre todo, de responsabilidad. Un sanducero más allende fronteras abrazado a las más linda de las artes.