El 21 de marzo pasado se conmemoró el Día Mundial de la Poesía. Como novedad La Casa de los Escritores del Uruguay quiso venir al interior y realizar una lectura de poemas en el salón de actos de la Casa de la Cultura de la Intendencia Departamental de Paysandú. Veinte poetas* se hicieron presentes, desde Artigas, Salto, Tacuarembó, Río Negro, Soriano, Montevideo y Paysandú.
Por Miguel Angel Olivera Prietto
El encuentro tuvo un éxito notable, hubo sala llena y la organización fue excelente. A los efectos de ponernos al día y como manera de destacar el evento, entrevistamos a la vicepresidenta de la Casa de Escritores, la conocida escritora y docente Margarita Heinzen. En el mundo de la literatura, Margarita ha publicado libros, ganado premios nacionales y tiene importante presencia en el universo del arte.
Entrevista a la escritora Margarita Heinzen
Días pasados se conmemoró el Día Mundial de la Poesía, ¿qué reflexión te merece?
Los “día de” en general son para visibilizar cuestiones importantes que de otra forma pasarían desapercibidas. Creo que la poesía es una de ellas. La poesía está en todas partes, es parte de la vida. En general, todo el mundo en algún momento se ha sentido poeta y ha escrito algún verso. Eso es una cosa, esa sensibilidad, ese estado de ánimo que nos da cierta capacidad para rescatar detalles o aspectos de la vida que permiten poesía. Otra cosa es la poesía como género literario, que es germinal, es el origen de toda la otra literatura y por lo tanto es muy necesario no sólo no perderla sino cultivarla. Y digo que es germinal porque entiendo que es la raíz misma del trabajo con las palabras y de ahí, insumo o base para la elaboración de cualquier texto. Por eso creo que vale la pena tener un Día Mundial de la Poesía.
¿Cuál fue el motivo por el que la Casa de los Escritores del Uruguay realizó un encuentro poético en Paysandú?
La Casa de Los Escritores del Uruguay hace un tiempo ya que está intentando realmente ser de Uruguay y no solo de Montevideo. Ese es el punto de partida. Hemos intentado desde la Directiva largarnos a hacer actividades en el interior pero no es fácil porque todo cuesta, principalmente los traslados y estadías de los escritores. En esta oportunidad, además de lo anterior, se daba la coincidencia de que dos de los escritores jóvenes ganadores del Premio Mario García, organizado por Casa de los Escritores en 2022, Agustín Arias y Natasha Sosa son de Paysandú, e incluso Natasha no había podido viajar a Montevideo cuando se entregaron los libros. Entonces pensamos en aunar esas dos cosas, más el homenaje a la poesía que es parte de la programación anual de la Casa pero que siempre se hace en Montevideo. Trajimos el festejo central del Día de la Poesía al Litoral, aunque también hubo una linda actividad de la Casa en la biblioteca de Casavalle en Montevideo.
Se han centralizado en el sur los eventos culturales y el intercambio asiduo, que tanto enriquece a los artistas ¿afecta a Paysandú ese fenómeno, o los sanduceros supieron abrirse espacios?
Creo que el centralismo de Uruguay es muy marcado y en algunos casos determinante. No me animo a hablar por “los sanduceros”. En el caso de Natasha Sosa, como comenté anteriormente, ella no hubiera podido recibir personalmente su premio si no nos hubiéramos trasladado hasta aquí. Eso le pasa a mucha gente. Otros hemos tenido la suerte que por trabajo o por familia viajamos más al sur y conocemos o nos vinculamos más, pero creo que el aislamiento, la falta de espacios de intercambio los sufrimos todos. Lo que capaz ha sido un poco distinto (o está siendo, más bien) es que intentamos tener estos espacios de intercambio en Paysandú mismo y eso enriquece.
Escuché buenos poetas sanduceros. ¿Cuáles son los factores que inciden en ese fenómeno poético?
Creo que, como dije anteriormente, el que existan hace unos años espacios de formación y de intercambio. Que haya talleres de escritura, que los talleres cada tanto nos juntemos y compartamos lecturas o conversaciones, va generando un ambiente propicio para que florezcan las palabras, digamos. Lo que sí fue una agradable sorpresa fue el numeroso público que se sintió convocado por la actividad. Eso a mí me impresionó mucho y me dejó muy contenta. Un dato adicional: este año en el taller que yo coordino en CEUPA tengo 32 inscriptos. Es una buena señal, ¿no?
¿Qué incidencia tiene en la sociedad, en tu opinión, la creación o contemplación emocional del arte, y en este caso, la literatura?
El arte en general y la literatura en particular son esenciales para cualquier sociedad porque en primer lugar son una manifestación exclusiva y distintiva del ser humano, a través de las cuales el hombre y la mujer intentan dar una visión simbólica del mundo. Creo que algo así hacemos los artistas. Y los que la reciben, la completan con su lectura o su contemplación y comparten esa mirada sobre el mundo que realizó el artista. La literatura en particular, es fundamental para desarrollar la reflexión, el sentido crítico y plantearse las grandes preguntas del ser humano. Pero hay además un valor estético, que trasciende el contenido y que “eleva” a la sociedad que la cultiva.
¿Qué caminos se vislumbraron, reuniendo tantos poetas, para seguir juntos o hacer más en el interior?
Hay otras funciones del arte en una sociedad, pero creo que con esto es suficiente por ahora. Este camino de la Casa de los Escritores de llegar al interior, de salir de Montevideo empezó con un ciclo que realizamos en pandemia por zoom y que se llamaba Paisaje interior y que buscaba conectarnos, conocernos. No nos dio para hacerlo en todos los Departamentos pero sí hicimos unos cuantos. Esto va en el mismo camino. Como decía anteriormente, no es fácil porque todo cuesta plata pero con algún apoyo del Estado o podríamos repetir o establecer una continuidad a estos encuentros.
* Poetas: Agustín Arias, Olga Traba, Juan Pablo Moresco, Miguel Olivera Prietto, Mario Aiello, Lucía Borsani, Fernando López, Marta Peralta, Diego Cubelli, Fernando Rocha, Sonia Otero, Lilián Hirigoyen, Margarita Heinzen, Carlos Thomas, Nilda García, Malisa Giuponi, José Gianotti, Milton Nan, Aida Cocchiararo y Miguel Angel Gutiérrez