Escribe Téc. Claudio Facchín Tello
Entre los 13 y los 15 años
Muchos gurises arrancan siendo muy jóvenes, entre los 13 y los 15 años, vendiendo bombas para fin de año, ropa usada, pulseras y algunas manualidades fabricadas por ellos, ropa deportiva o de trabajo, algunos muebles prestados por vecinos, familiares o amigos y los venden en algún garaje. Una discoteca para animar los cumpleaños de sus amigos, reparaciones de celulares, venta de pc.
Fortalezas: Son las primeras manifestaciones del querer ser emprendedor. Muchos vienen de cuna de emprendedores. Comienzan a tomarle el gustito a las ventas, a las compras y reventas. Se encuentran con el primer dinero propio, generado por sus esfuerzos.
Debilidades: No tienen experiencia, ni contactos, pocos conocidos, falta de capital. Cumplen sus objetivos de juntarse unos pesos y abandonan el emprendimiento. Carecen de resistencia y resiliencia.
18 a los 30
Fortalezas: Generalmente es una edad que está en contacto con muchos amigos, conocidos, las barras del liceo y los encuentros universitarios. Los que no estudian buscan trabajar. Es una edad muy fermental en cuanto a ideas, proyectos, socios, negocios en conjunto. Aparecen emprendimientos en sociedades. Busca oportunidades permanentes. Establecen muchos contactos.
Tienen la capacidad de generar sinergias y poder transformar alguna idea en emprendimiento puede conseguir socios que le presten dinero. También son apoyados por familiares en el préstamo.
Si tiene un trabajo estable accede a créditos bancarios, tarjetas, préstamos blandos.
Son activos y proactivos. Se capacitan, aprende, realizan cursos, se interesan por la generación de ingresos personales.
Se parecen mucho a una esponja, en cuanto a la capacidad de adquirir conocimientos. Son expertos en el manejo de tecnología y redes sociales. Muchos de esos emprendimientos son novedosos.
Debilidades: Son emprendimientos ocasionales, que muchas veces no duran mucho. Les falta experiencia. Tienen un tiempo limitado, porque estudian y o trabajan. Es una edad que recién comienzan a acceder a créditos, préstamos blandos, tarjetas y cuesta encontrar algún inversor. En esta edad es una debilidad no tener dinero rápido. Apuestan solo al uso de la tecnología, olvidándose muchas veces de recorrer otras áreas. Generalmente son emprendimientos de algunos años y no definitivos. Tienen mayor resistencia que la franja etaria de entre 13 y 15 años.
30 a 50 años:
Fortalezas: Es la segunda mejor edad para ser emprendedor. Muchos ya dejaron la facultad, se recibieron y serán profesionales. Muchos terminan con algún título universitario y pueden dejar el emprendimiento, venderlo o cerrarlo. Otros optan por consolidarlos buscando socios, para comenzar a desempeñarse como profesionales- Están potenciados en la experiencia, en la búsqueda de dinero, de oportunidades, son más conocidos, tienen un importante círculo social- A medida que avanzan con la edad tienen mayor posibilidades de crecimiento en su emprendimiento. En esta edad se capacitan mucho en diferentes áreas. Adquieren conocimiento específico para ser empleados en su emprendimiento. Mucha cercanía con el dinero.
Debilidades. Aparecen otras obligaciones familiares como disponer de tiempo para el matrimonio, hijos, amigos, paseos y salidas. Si el emprendimiento no está ordenado financiera y económicamente, puede ser una debilidad la rapidez con el cual se consigue dinero. Pueden caer en la tentación de ingresar familiares directos al emprendimiento, lo que puede cambiar la dinámica familiar.
50 en adelante
¿Se puede ser emprendedor Peinando Canas?
– Realizamos una charla en Ajupe, para aquellas personas que quieran ser emprendedores a determinadas edades. Es un tema que venimos trabajando hace tiempo, y es revalorar la edad de las personas y el potencial de sus capacidades y habilidades. Estamos convencidos y así lo demostramos en cada charla, que la mejor edad para ser emprendedor es a partir de los cincuenta años. Como aquello del buen vino, cuando es más añejo, es más sabroso. Así debe ser la vida. Estamos a favor de aquellas personas mayores de 50 años, que tienen todo para dar. Hoy la expectativa de vida viene en aumento. Antes se vivía hasta los 55 años. Hoy la media es entre 75 y 80 años. Generalmente nos estamos jubilando desde los 60,65, 67 o 70 años, según como nos haya ido en la vida, los trabajos que hayamos tenido y las distintas circunstancias que nos hayan llevado al proceso jubilatorio.
No voy a descubrir nada, cuando diga que la gran mayoría de los jubilados uruguayos, no se jubilan bien económicamente y no hablo de gobierno, ni de política. Hablo de lo mal que nos jubilamos, con jubilaciones que pueden catalogarse de muy bajas.
Se puede concebir trabajar más de 40 años y jubilarse con mucha suerte y viento a favor con 20.000 pesos mensuales, que muchas veces nos condiciona a no poder pagar un alquiler.
Hay un sector que son los profesionales, los bancarios, los que se jubilan bien, que posiblemente no necesiten contar con un emprendimiento, en los años jubilados o próximos a jubilarse.
Pero no solo es plata, que es muy importante y vital para los últimos años de su vida.
Quien determina cuanto se puede vivir, después de jubilarse, tal vez 15 o 20 años. Y que vamos a hacer, mirar tv, ayudar a criar a los nietos, ser espectadores pasivos del paso de los años.
Aburrirse, pelearse todo el día, estar de muy mal humor. No saber qué hacer con el tiempo. Ese puede ser nuestro destino, si solo apostamos a vivir de la magra jubilación.
No señores, hay que seguir haciendo cosas útiles, buscar que podemos hacer, que negocio podemos poner a funcionar. Ser activos. Modernos. Buscar otras oportunidades. Generar espacios de emprendimientos. Crear negocios.
Después de los cincuenta, tenemos experiencia, contactos, podemos conseguir quien invierta en algún emprendimiento, quien nos preste plata o sea socio de nuestro emprendimiento.
Es nuestra mejor versión de la vida, sabemos que nos gusta hacer, en que somos buenos. Buscar nuestras habilidades y conocimientos. Que sabemos hacer, en que nos destacamos. Despertar nuestra pasión.