Oscar Cluzet, Premio Morosoli en Paysandú
Una charla muy amena mantuvimos el viernes pasado con el doctor Óscar Cluzet con motivo de una actividad en Comepa sobre voluntades anticipadas.
Cluzet ganó este año el Premio Morosoli por su labor en el campo de la bioética a la que definió como “una rama de la filosofía que se aplica en la Medicina, entre otras disciplinas y tiene por finalidad humanizar la Medicina, incorporar valores al ejercicio de la Medicina y que en general mide la distancia que hay entre el deber ser de las cosas y lo que las cosas son habitualmente. La bioética debe agregar valores a los hechos”.
Es bueno recordar que “el premio Morosoli se extendió hace unos años al campo de la bioética. El comité de bioética de Paysandú lo ganó en 2018 y ahora lo gané yo que soy médico integrante de la Academia Nacional de Medicina, profesor emérito de la Facultad y estoy dedicado a la actividad ética desde 1997”. Por lo tanto lleva 26 años.
Cluzet relató que “es una rama que existió siempre, tuvo un gran desarrollo con Sócrates a título de ejemplo. Desde 1970 con una publicación pionera de un oncólogo norteamericano tomó el estatuto de bioética o sea ética aplicada a los problemas de los seres vivos, en particular es muy fuerte la rama médica. Ha tenido un gran desarrollo, sobretodo porque los norteamericanos agregaron a partir de los horrores de la segunda guerra mundial, donde los nazis habían hecho experimentos escandalosamente inmorales con los prisioneros de los campos de concentración. Allí se hizo una revisión y se llegó a una serie de principios que incluía respetar en la ética de investigación, respetar en la ética de todo proceso de investigación se trasladó al campo de la microclima que también tiene fuerte contenido ético. La disciplina se ha desarrollado desde el momento”.
La ética es práctica
En opinión del entrevistado “la ética es práctica, es filosofía aplicada, no se trata de reunirse para hablar de Platon sino para resolver un problema puntual, la bioética ha contribuido a dotar de profundo rostro humanista a la Medicina que se ha tornado necesario. La ética norteamericana surgida en la década del ´70 postula el principio de beneficencia que significa qué es lo mejor para el paciente, de no maleficiencia, o sea de no hacer daño, también postula el concepto de justicia distributiva y agrega el principio de la autonomía del enfermo”.
El paciente debe saber
“El enfermo tiene que saber todo sobre su situación, que uso se le da a su historia, es un derecho, tiene que participar activamente en la toma de decisiones sobre su propio cuerpo, eso ha costado mucho, que los médicos dejen la actitud paternalista de antes, aquello que nadie mejor que el médico es el que sabe que es lo mejor para el paciente. Ahora el médico lo puede asesorar de la mejor manera pero es el paciente el que debe tomar la decisión”.
La importancia del Comité de ética
Por lo tanto Cluzet considera que “es el Comité de Ética asistencial es fundamental. Por ahí se cumple lo antedicho. Es a través de ellos que se expresan los pacientes, por ley son obligatorias en todas las instituciones médicas. Es una ley que no se cumple estrictamente, debe tener representación de los propios usuarios a partir de un principio que es interesante”.
En el Comté de Ética deben estar representados todos aquellos que van a sufrir las consecuencias de las medidas que se aplicarán. “Tiene que haber representantes de los usuarios. La ley es de 2008 y se reglamentó en 2010 por decreto 247”.
El organismo hace recomendaciones para quien lo consulte. No es vinculante ni preceptivo lo que diga. Quien recibe la recomendación decidirá qué es lo mejor.
Para el profesional tiene el potencial de modificar el funcionamiento y actitud de quien lo practica. “La ley le otorgó al MSP el control y la función de la instalación y seguimiento de los Comité de ética asistencial”. En Montevideo funciona en instituciones médicas grandes, en el interior es casi inexistente su aplicación.
“Solo se cumple en Salto, y los resultados hay que esperarlos porque es reciente, son muy primarios” detalló Cluzet y anticipó que van a ser muy buenos.
Sobre el premio
En relación al galardón de los Morosoli entiende que “es un premio a los equipos con los que he tenido el privilegio de trabajar. Este premio es individual y hasta ahora lo hemos recibido tres eticistas, que somos quienes además de la formación médica, tenemos formación en ética. Toda esta actividad es honoraria, hemos hasta pagado para desarrollar esta actividad”.
Los médicos “no hemos sido preparados”
Los médicos “no hemos sido preparados para lo que va a ocurrir con el futuro del paciente, me refiero a la muerte, no hemos tenido buen manejo, los mecanismos que consolidan la autonomía del enfermo han tomado relevancia y uno de ellos parte de la realidad que muchos enfermos mueren aislados de su familia, lleno de tubos, y transcurren su último período de esa manera, de forma indigna. Todo tratamiento inútil colabora en la indignidad del proceso de morir, por ejemplo morirse ventilado cuando eso no me ayuda para nada, me impide una comunicación libre”.
La voluntad anticipada
La voluntad anticipada es el conjunto de preferencias que una persona tiene respecto al cuidado futuro de su salud, de su cuerpo y de su vida, las que decide cuando está en pleno uso de sus facultades mentales, anticipándose a la posibilidad de que en algún momento futuro se encuentre incapacitada para expresar esas preferencias y tomar decisiones por sí misma. Se relaciona con el bien morir y la dignidad a cualquier edad. Es necesario tener herramientas que garanticen a las personas el ejercicio de sus derechos independientemente de la edad. La misma es revocable.