1a. parte
Entrevista con el empresario sanducero Mario Macri:
La puntualidad se respeta y pasadas las 17 horas en su oficina de 18 de Julio y dr. Herrera (ubicada en la zapatería que cumplirá 124 años en 2018) nos recibe en su despacho el empresario sanducero Mario Macri.
Anotaciones en un cuaderno, recortes de periódicos y otros documentos caracterizan su escritorio. La charla se dispara casi al mismo inicio del encuentro, generando la inquietud en el periodista de ponerse a grabar, advirtiendo además de esta situación.
Aquí compartimos la primera parte de la entrevista que se coordinó en ocasión de la conferencia de prensa por los 25 años de Mac Center Shopping.
Locuaz, seguro, trabajador, no evade pregunta este empresario o “bolichero” como él se define que participa de negocios de distinta índole. Se permite opinar de muchos temas, de la política nacional, de su Paysandú en el que ha vivido siempre.
El origen empresarial está en la zapatería que fundó su abuelo en 1894. El resto es historia conocida o que conoceremos ahora.
¿Cómo es su rutina?
Yo dos días a la semana, a veces tres estoy en Montevideo. En Paysandú mis vueltas comienzan a la mañana temprano, voy a la arenera (Indre), converso con mi socio, con la gente, luego a la curtiembre una media hora o una hora según como está la cosa , me vengo a la zapatería, voy al Shopping, paso por el hotel y a la tarde lo mismo.
Se da aquello de el que tiene tienda que la atienda.
Lógicamente, uno trata e intenta atender todas las responsabilidades que tiene. Imagínese que son actividades muy diferenciadas. Si tuviera solo las zapaterías que son entre zapaterías y otros negocios, las de aquí y las del resto del país más de 40, aparte la fábrica en Santa Lucía, los cines, el shopping, el canal, la radio, la curtiembre. Hay una cantidad de cosas.
¿Se siente más cómodo en alguna actividad?
A mí no me gusta aunque tengo la necesidad y la obligación de estar es en la parte administrativa, de escritorio. Tenemos un gran equipo en lo que respecta a personal profesional; contadores, abogados, escribanos, licenciados. Mi trabajo es en la cancha. Soy más ejecutivo que administrativo pero la información hay que recabarla en forma permanente. Estoy todos los días para firmar cosas, para leer cosas, para atender a cientos de proveedores. Tenemos información fidedigna, día por día. Tenemos la gestión, los volúmenes de las ventas, de las compras. Ya estamos previendo compras de un año para adelante. Tenemos que prever los cambios de las empresas, las reformas, los movimientos, el análisis de gestión y funcionamiento lleva un tiempo importante.
¿Hay tiempo para desenchufarse con tanta actividad o es difícil?
Yo le puedo decir que en mi juventud, tenía menos actividad pero no menos tiempo porque yo le dedicaba el 100% al trabajo. Por esa razón desatendí la niñez de mis hijos y su adolescencia. Y hoy que tengo un hijo de 6 años trato de almorzar con él, de salir 20 o 20.30 para tratar de estar con él, de poder acostarlo también. Pero el trabajo es como dice usted, el que tiene tienda que la atienda o si no que la venda y hoy el tiempo no me da para atender tantas cosas. Porque cada vez está más difícil, hay más necesidades administrativas, de oficinas públicas, controles de todo tipo, exigencias nuevas a nivel contable, a nivel impositivo, de gestión, de bomberos, de BPS, obras, proyectos, todavía no he perdido el entusiasmo, quizás sí la fuerza. Muchos golpes bajos que uno va recibiendo, pero joven será siempre aquel que tenga más proyectos que recuerdos. Quizás a mi juventud yo la vea por ese lado. Por lo demás soy una persona que tiene 71 años, empecé a los 16 solo.
¿Quién fue el fundador de la zapatería?
Mi abuelo, la zapatería se fundó acá en Paysandú en 1894. Vamos a cumplir 124 años. Yo estoy desde los 16, tengo 71, o sea hace 55 años.
¿De dónde vinieron los Macri?
Del sur de Italia, de Siderno, Calabria. Fui a visitar la zona donde nacieron mis abuelos, tanto paternos como maternos. Los abuelos maternos (Ghensi) son del norte, de la zona del Veneto, Lombardía, cerca de la frontera con Suiza.
De alguna forma el poderío económico y empresarial se logra estando usted al frente de los negocios.
Yo soy el hijo menor de mi padre, tenía casi 60 años cuando yo nací, soy el hijo de la vejez como de alguna manera me pasa a mí con el último de mis hijos. Cuando yo empecé había una empleada en la zapatería, estaban mi padre, mi tío que luego se retiraron. A mi padre lo operaron y demoró mucho la recuperación. Mi madre me ayudaba, fuimos creciendo, compramos una zapatería, después pusimos en Salto, luego otra en Young, fuimos a Mercedes, a Fray Bentos, a Montevideo.
Fue pionero en las cadenas.
No sé si era común, en aquella época los traslados tenían ciertas dificultades, las comunicaciones no son como ahora. Para llamar a Salto era larga distancia, había que pedir la llamada y estar atento. Recuerdo para que se haga una idea en el año 1974 hice mi primer viaje a Europa cuando el mundial de fútbol de Alemania, y lo dejé a Lisandro (hijo mayor) que en aquel momento tenía 3 años, con mis padres y con los padres de mi señora y extrañé tanto que me pasaba 14 o 15 horas esperando en el hotel para hablar con mis padres y con el niño. Hoy estás en cualquier lugar del mundo y estoy comunicándome al instante con voz, imagen, con lo que haga falta.
-¿Viaja mucho?
Ahora menos, antes viajaba mucho más. Fui de los primeros importadores de calzados en Uruguay. Al principio era Brasil, un gran productor de calzados pero en Uruguay aún había buenas fábricas, pero uno quería tener algo distinto porque había productos que acá no se hacían. Empezamos a trabajar con la línea Starsax, una marca que arrasó en su tiempo. Se cerró esa fábrica por el hecho que cuando el mercado Chino invadió el mundo con sus precios, la mayor parte de las fábricas exportadoras se quedaron sin mercado. Y yo compré esa marca, seguí trabajando 8 o 9 años. Era una doble intención la mía, la idea era seguir produciendo calzados para nuestras casas, miles de pares por año. La idea era utilizar cueros de buena calidad elaborados en nuestra curtiembre. Aguantamos hasta que siguió cayendo. El mercado chino siguió creciendo, el precio de los commoditties, de las materias primas son iguales en todo el mundo, la diferencia estaba en el costo de mano de obra y en los impuestos. En China ha habido cambios, pero los costos de producción son muy inferiores y la escala, enorme.
¿Puede vivir en China con ese salario?
Sobreviven. Como sobrevive acá el que gana un sueldo mínimo. Acá los valores que hay en la sociedad están deprimidos, los problemas en la enseñanza, la salud. Vemos la vergonzosa administración de esos servicios públicos, y no es porque el gobierno no apoye o no tenga recursos sino porque hay una pérdida de valores en el trabajo, en el funcionamiento. Hoy hay una diferencia entre las personas de 35 años para arriba, y las que tienen menos. La formación de estas personas. No hay apego al trabajo, no tienen responsabilidad, entran y no vienen a trabajar. Toma chicos a los que uno forma, les paga para enseñarles, para que aprendan a vender, a que tengan un oficio y de un día al otro se van. O porque hay que levantarse temprano o porque hay que trabajar los domingos o por lo turnos rotativos. La juventud no se esfuerza y los que son perseverantes y andan bien, tienen trabajo y progresan. A los buenos los queremos todos.
Me quedó pendiente preguntarle por su madre.
Mi mamá era más joven que papá, falleció hace unos 20 años. Mi madre trabajaba conmigo, hacía de todo. Una vez se retiró un encargado y se fue a Young. Allí se instaló, estuvo por un tiempo. Fue un puntal, saqué de ella parte de ese nervio, de ese entusiasmo por el trabajo. Mi padre era una persona más técnica le diría, eran oficiales del trabajo. Acá se fabricaba y hay vitrinas acá al lado que se conservan con premios de nuestra empresa, de esta fábrica. Desde Paysandú se exportaban para Europa y se recibían premios a nivel mundial. Se exportaban botas para EE.UU., Argentina, Inglaterra.
¿Tienen parentesco con la familia del presidente argentino?
Ellos se ocuparon en un par de oportunidades en Punta del Este de averiguar nuestro origen en un local nuestro, hablaron con nuestro encargado y le dijo que éramos de la misma zona. Además hay un parecido muy grande entre el papá de Mauricio, de Franco Macri y mi medio hermano mayor, el hijo de mi padre de un primer matrimonio. Somos de la misma ciudad, y algún lazo debemos tener. Vinieron muy jóvenes mis antecesores y ellos vinieron después.
Ellos son empresarios de fuste, de otro orden económico. Leyendo un libro que escribió quien hoy es presidente de EE.UU. Donald Trump, el libro se llama “Cómo hice mi primer millón”. En uno de sus párrafos dice, que él tuvo el placer de conocer y hacer negocios con el señor Franco Macri, y que para él fue el empresario de mayor talento y más capaz en toda su carrera empresarial.
-¿Lo tentaron para hacer política?
Muchas veces y de los tres partidos políticos (mayoritarios). MI primer voto fue para Wilson Ferreira Aldunate en mi juventud. Después me integré a trabajar al Partido Demócrata Cristiano, que justamente fue el nombre con el que se unieron grupos políticos de centro y de social democracia. Con el escribano Miguel Rivero Orta teníamos un pequeño club y hacíamos fondos lavando autos, pedíamos que nos llevaran el auto y hacíamos unos pesitos, para el alquiler, para pagar el club político, estábamos en 19 de abril y Florida donde hoy hay una casa de vestimenta. Pero después cuando comenzó el advenimiento de sectores radicales dije no. Yo tengo un pensamiento diferente al actual gobierno. Respeto muchos aspectos, creo que hay gente muy buena, también como en todos lados hay de los otros. Mi posición es que uno debe hacer lo que sabe hacer o lo que le gusta hacer. Si usted me pone al frente de un periódico como tiene usted, quizás yo tenga un antecedente de trabajador o una pisca de talento o perseverancia, pero no creo que lo haga bien. Porque no estoy preparado. Acá lo que pasó en los últimos años es que llegó al poder gente que no estaba preparada ni con la cultura, la formación ni el oficio necesario para ejercer sus cargos. Se dio en mucha mayor parte que lo que hacían los otros partidos políticos. Ponían en cargos de relevancia a sus amistades, a parientes, a sus votantes y no se elegía por calidad de antecedentes o de capacidad. Se ponía de favor o de gauchada, si me pone a mí en un sanatorio o sala de operaciones, sería un desastre.
Le preocupa la cantidad de funcionarios públicos.
Claramente, allí hay un problema. Estaba leyendo un artículo el otro día y yo recuerdo que en los últimos años del gobierno de Sanguinetti y de Batlle se intentó bajar la cantidad de funcionarios públicos a través de incentivos o los que se retiraban no se reponía y hoy vemos que hay 60 mil funcionarios públicos más. Pero piense que los que había, 200 mil, se fueron yendo por distintas razones y hoy tendría que haber un 40 o 50% menos, hoy pusieron más gente. Lo más triste es que las intendencias tenían un caudal determinando, 700 u 800 hace unos años y hacían de todo. Hoy tercerizan todo, la cobranza es todo por fuera. Es el gran problema que tiene Uruguay, la falta de gestión, de responsabilidad, la gente que está a cargo no controla, la gente no hace lo que se le ordena, hace lo que se le controla. Hoy a las 9 de la mañana cuando vengo por 18 y 19 estaba cortada porque estaban arreglando las luces, los días de más trabajo en el centro, vísperas de navidad. Pero no es esa la hora, hay una falta de responsabilidad en el control. El intendente se tiene que rodear de gente capaz, confiable, que conozcan. Usted ve las calles de Paysandú y ¿cómo están? Es algo vergonzoso, las dejan que se destrocen, ¿es por falta de recursos? Yo creo que no. La intendencia de Paysandú en estos diez años ha duplicado o triplicado su recaudación porque los recursos de la intendencia, provienen de patente de automóviles y de contribuciones inmobiliarias.
-¿Es esta la mejor zona azul?
La intención de la zona azul es buena y positiva. En si en el fondo no es mala pero hay cosas para corregir. ¿Dónde para usted teniendo en cuenta que todos los que viven en la zona azul tienen derecho a parar su coche, pero la intendencia impide el estacionamiento para dar facilidad a una zona para ambulancia y para ómnibus. No pueden limitad a la mitad Zorrilla de San Martín, y pasa lo mismo con Florida y Leandro Gómez, 18 de julio que perdió el 60% de sus estacionamientos, 19 de abril en la peatonal también, luego sumemos los estacionamientos de paradas de taxis, garajes, entonces ¿cuánto quedó? Un 25 o 30% de disponibilidad.
¿Es rentable comprar un edificio para hacer un estacionamiento?
No, lo he analizado y no le da siquiera la recaudación para pagar los costos. Además no hay predios disponibles.
Otro de los temas es que se ha perjudicado a la zona céntrica. Pagan una contribución que es altísima porque están aforados así por estar en esta zona, también se paga patrimonio, se paga una tasa alta, impuesto de Primaria que es otro costo. Usted la alquila y ahí el estado se le queda con otro porcentaje, es un capital enorme que le rinde poco. Yo creo que el director de tránsito es una persona de bien pero ¿puso todos los aspectos sobre la mesa antes de tomar una decisión?
En Montevideo hay días del centro, se incentiva a comprar..
Aquí se hace también pero Montevideo es otra cosa, pagar allá 30 pesos no es nada, ya hay hábito en Montevideo, mínimo te cobran 80 pesos por una hora en un estacionamiento privado.
¿Sus hijos lo acompañan en las distintas empresas?
Sí, todos tienen sus estudios y preparación. De chico yo los traía en vacaciones para que arreglen cajas, que arreglen zapatos, para que ayuden, que hagan mandados, hace unos años atrás era diferente. Hoy en día se ha perdido todo eso. Leía hace unos días que la parte de comercio y servicios es el que tiene mayor número de dependientes, más del 60% de la actividad, y la industria se cae a pedazos.
A propósito la fábrica de ustedes está en el sur ..
En Santa Lucía, se hacen calzados, toda la línea country, Starsax, me traje parte del equipamiento de Brasil y se compró maquinaria nueva, se compró una inyectora de poliuretano, de pvc, de tr. Acá ya es imposible competir, por la escala más el personal y la mano de obra. El costo promedio ronda los 15 dólares solo de mano de obra, más los impuestos y energía. Es imposible. Yo siempre me la jugué, capaz sin hacer análisis en profundidad, ¿se acuerda de la cerámica? Estaba destruida, y la reflotamos, le pusimos equipamiento, maquinaria, baños, comedores, estuvimos 6 meses para ponerla al día. En ese período sin tener un problema con el personal, había más de 20 personas, hubo 20 días de paro, el Sunca dispuso por reivindicaciones salariales y accidentes- todo muy bien- pero pararon. Yo les decía, no paremos, vamos a brindarle un apoyo a esas familias, lo necesita esa señora, vamos a trabajarle medio día y ustedes otra media hora, la empresa pone medio día y ustedes dos. En una industria todos somos eslabones de una cadena, nunca hubo una racionalidad. Uno piensa si lo hacen con buena intención, a veces veo que hay un resentimiento, un malestar. Terminamos compitiendo con productos paraguayos y brasileños, los paraguayos tienen un tercio del costo comparado con el nuestro, la energía es cinco veces más barata y empezaron a entrar ticholos y ladrillos de esa zona y de Brasil al 60% de nuestro precio. Le alquilamos a una tercera persona que estaba en otro negocio de ladrillos. Se lo dejamos a él pero no pudo pagar nada y tuvo que cerrar. El intento se hizo y perdimos.
Lo mismo que pasó con el local del Shopping, allí estuvo Famosa que cerró y con el hotel cuando estuvo 15 años abandonado y era una tristeza para Paysandú. Dar espacios laborales nuevos y recursos. No tuvimos ningún apoyo oficial en ese caso.
-Usted es más de olfato que de estudiar.
Yo no tengo más preparación que haber hecho bachillerato de Ciencias Económicas, mi intención era seguir estudiando y estuve una semana en Montevideo y me volví por la enfermedad de mi padre. Hice las materias para terminar bachillerato de Ingeniería, en ese interín el ex director del liceo nocturno, el arquitecto Viñola, me llama y me dice, -necesito alguien para dar una mano para administración del liceo y si me falta un profesor lo cubres.
Yo tenía 18 años. Tenía alumnos con más de 40, nunca un problema, sentía un poco de vergüenza, con el mayor gusto lo hice unos meses. Yo salía a las 19 hs. de la zapatería y estaba hasta las 23 hs. en el liceo y al otro día a las 6 de la mañana de nuevo en la zapatería.
Continúa en el próximo número