La institución del rombo blanco que el 6 de enero próximo cumplirá 123 años atraviesa un momento difícil que espera superarlo con apoyo de la comunidad, socios y amigos.
El 20 de diciembre se remitía una carta para informar sobre “la situación actual de la institución que es realmente complicada”.
La misiva agregaba que “producto de las inundaciones, se perdieron muchos socios y las instalaciones se han visto deterioradas. Además de esto, se sufrieron dos robos de todo lo que es la instalación eléctrica del club, desde el ingreso hasta otras áreas del mismo. Entre los costos que tiene que afrontar el club se encuentran pagos de sueldos, aguinaldos y licencias, así como el BPS de estos haberes”. En este caso con el club funcionando normalmente se podría afrontar pero la parte eléctrica es más difícil porque se desconocen los montos finales.
Lo que es más difícil de afrontar son “las reparaciones de fisuras de la piscina (grieta principal y secundarias) y pintado de la misma, pintado de las instalaciones del club y gastos de limpieza, recuperación de instalación eléctrica perdida por los robos, mano de obra y materiales, lo cual tiene un elevado costo, reparación de la cancha de tenis, la cual quedó totalmente deteriorada”.
También hay que reacondicionar la sala de botes.
Para todos los efectos hay una cuenta colectivo Abitab número 137182, a nombre de Club Remeros Paysandú que viene teniendo buenos aportes.
El deportista Nicolás Culela, canterano del club ha divulgado un video desde donde reside en Maldonado, pidiendo apoyo para el club.
En las próximas horas se pintará la piscina, se darán dos manos y luego se procederá al llenado. Previamente se selló una grieta que afectaba desde hace tiempo a la piscina y que generaba pérdida de agua. Se hizo un corte de un metro de forma transversal, a lo ancho.
La familia del rombo es muy grande y seguramente se podrá salir adelante, también se esperan apoyos institucionales concretos.