En las últimas horas se intensificaron las denuncias referidas al relativo funcionamiento de lo que pretendería ser el nuevo sistema de tratamiento de los residuos sólidos urbanos de Paysandú. Se afirma que es parcial la operativa de la planta de clasificación y encapsulado adquirida por la Intendencia para que sea operada por la empresa Sandeco, según resultó de un llamado público procesado entre 2021 y 2022, y que demandó una inversión, sólo para la compra, de algo más de medio millón de dólares.
Debido a dificultades que resultaron insalvables a pesar de varios intentos, descartaron la tolva por la que debería ingresar la basura a la cinta de clasificación. Ante este panorama, según cuentan personas que aprecian el despliegue de manera cotidiana, una máquina pesada realiza la carga pero el sistema tiende a saturar la capacidad de clasificación, especialmente porque los recursos humanos son muy escasos. En consecuencia es desechado mucho del material que se podría separar para la reutilización.
Las mismas fuentes cuentan que últimamente es muy poca la cantidad de residuos que termina siendo encapsulada y agregan que el espacio destinado al enterramiento de esos paquetes resulta anegado dada la falta de canalización de pluviales. En resumen, la basura es depositada a cielo abierto pero sin un proceso de selección que minimice su cantidad. Además, lamentan la creación de algo así como un nuevo basurero al fondo del polo industrial, donde funcionó un saladero, sitio en el que descargaría la propia Intendencia.
Todo esto en un contexto de dificultad para los trabajadores de Sandeco que, además de las precarias condiciones para el desarrollo de las tareas, padecen cada mes la incertidumbre de no saber en qué momento cobrarán su menguado salario. Mientras que varias personas que trabajaron para la empresa reconocen escasas formalidades en el proceso de vinculación y serias dudas en cuanto a los montos percibidos, el nuevo esquema terminó complejizando la situación de los hurgadores y la cooperativa de recicladores teme por su futuro.
“Mentiras, falsedades, en todo el proceso”
“Esto es realmente una vergüenza, toda la gestión, desde su origen hasta el día de hoy. Meritaría una comisión investigadora y una denuncia penal; meritaría que los gobernantes y la gente de la empresa de las explicaciones del caso. Cuando en la Intendencia ven que hay cuestionamientos salen Farinha y Batista a tirar cualquier verdura. El secretario general llegó a decir que Sandeco había invertido 700.000 dólares en el vertedero. La verdad que no se qué piensan, que creen de los ciudadanos. Y lo de Batista es inaceptable, no debería seguir siendo el director de Aseo Urbano”, sentenció el doctor Federico Álvarez Petraglia.
Quien ocupó la titularidad de la Dirección de Servicios en el quinquenio anterior lamentó que “no se tome en consideración el origen del negocio” entre la Intendencia y la empresa Sandeco caracterizado por la particularidad de que “es el Estado el que pone la plata, o sea que sale del bolsillo de todos nosotros, para que un particular haga su negocio”. Descubre “un conjunto de mentiras, falsedades en todo el proceso” que se inició con el arribo de una empresario “de la mano del propio Olivera”. El abogado sostiene que el vínculo entre la comuna y la empresa “no está para nada claro” y denuncia que “jamás se le informó a la población todo lo que ha implicado la aplicación de un sistema que ha fracasado rotundamente y que sabían que no iba a andar porque nos quisieron vender el ejemplo de Florida pero es conocido que allá también fracasó”.
Lo que desde la Intendencia se denomina como el nuevo sistema de gestión del vertedero significa, en los hechos, “que no se respeten las normas de seguridad para los trabajadores, ni el Salario Mínimo; lamentablemente la Inspección de Trabajo no hace ninguna visita al lugar. Estas son las inversiones del Paysandú For Export que nos prometió Olivera para poner a Paysandu de pie, inversiones en las cuales el Estado pone la mayoría del dinero, millones de dólares, donde no funciona nada y eso es lo que intentan vender como las grandes inversiones”.
Frenteamplistas de capa caída
Quien se desempeñó en varios cargos jerárquicos en el gobierno frenteamplista que condujo Guillermo Caraballo, manifestó “sorpresa” porque “muchos” de sus compañeros de partido “están como de capa caída pensando que las elecciones de mayo del año que viene están casi que perdidas porque están como impresionados por la gestión de Olivera. Y la verdad que esa gestión es un fracaso tras otro. Si le sacás el fideicomiso y los aportes nacionales, incluido el de la UDELAR, no puede ofrecer nada de gestión, absolutamente ninguna gestión propia”, concluyó.
Imagen destacada: foto tomada este lunes 8/4/24 de la zona del saladero del polo industrial.