Escribe Mauro Goldman
La administración de Bertil Bentos tuvo el eslogan “Paysandú avanza” y cinco años atrás “Paysandú puede” fue la que usó Jorge Larrañaga Fraga para su reelección. Fue el último intendente reelecto. Es que Paysandú es una “anomalía” en este sentido. Es que es difícil Paysandú, o los gobiernos no están a la talla o la gente es muy exigente o ambas. El gobernante de turno se suele mover en una especie de aureola positiva, eso quiere transmitir a su pueblo, a sus electores. “Estamos haciendo, estamos con la gente” es un poco eso, gestión y cercanía. En campaña tenés que invitar a la gente a soñar, a sumarse a un proyecto. Muchos están descreídos, desinteresados, indiferentes. Hay que prometer y aquí radica uno de los principales problemas. Recuerdo que un político me dijo, “si no prometés te piden que prometas”. Un buen político no debería prometer nada que no pueda cumplir, capaz que no lo votan, pero sería coherente. ¿Algún día no valdrá la pena ser sincero?, ¿Para qué vivimos entonces? Es la política o la mala política.
En una entrevista Jorge Fontevechia lo tuvo a Víctor Hugo Morales y le preguntó, ¿Por qué decía todo lo que decía? VH sentenció, “porque sé que me voy a morir”. Me quedó guardada esa frase, y acá no me voy a referir al contenido y si estoy de acuerdo o no con VH. Eso no importa y no voy a comportarme como foca o termo. Pero fue fuerte su definición.
En Colombia Antanas Mockus fue un político pero también filósofo y matemático.
Fue alcalde de Bogotá y candidato a presidente de Colombia. En una entrevista de hace unos años con semanario Voces de Uruguay expresó: “Si la gente me vota sin saber por qué es peligroso para la gente y para mí”.
También dijo que “Yo hubiera sido un camino distinto al que representa Santos (quien fue presidente). Pero que en una especie de métrica universal, yo sea mejor que Santos, no lo puedo afirmar con total certeza. Tengo la dosis suficiente de dudas sobre mí mismo como para no creerme dogmáticamente algunas cosas”.
En política la autocrítica la hace la oposición. O sea el oficialismo generalmente no va a decir hice esto, aquello pero no pude hacer esto otro.
La crítica suele ser despiadada, sucia, pero da resultados. ¿Por qué ganó el FA? No solo por esa situación pero contribuye.
El juego político no es juego a veces, es una carnicería. Una verdadera mugre. Deberían leer al creador del nuevo periodismo, el norteamericano Tom Wolf que escribió “La hoguera de las vanidades”. Fue descripta como una novela sin héroe, cada uno percibe un interés personal enmarcado en un interés altruista, el juez no busca justicia sino beneficiarse a si mismo, el sindicalista también y el político también.
Pero una vez el sistema político o parte del mismo se puso de acuerdo.
La reciente obra de remodelación del estadio como tantísimas otras fue merced al fideicomiso que propuso Mario Díaz cuando fue intendente (febrero 2020-noviembre 2020). El sector de Nicolás Olivera aceptó el convite.
Fue una política con altura, de estado que Paysandú está recibiendo más allá que pocas veces Olivera recuerde ese hecho, por eso de la mezquindad.
La jugada política de Díaz le costó muchas críticas a la interna del Frente Amplio. Es que fue una propuesta de política pública tremenda, esas de las que la política y los políticos poco sabe. Porque reina la miseria, la mezquindad. Y aquí no fueron mezquinos Díaz y Olivera.
El “Chito” Silva es un periodista deportivo salteño y con él nos encontramos cuando jugaron Paysandú y Salto en la remodelación del estadio. Me hablaba que Paysandú tuvo mejores dirigentes políticos que Salto y me dejó pensando y en ese momento le dije que no creía que fuera así. Salto pegó en punta con la Universidad, con las termas de Daymán y Paysandú siguió aferrado al modelo industrial sin poder abrir su cabeza.
En Paysandú está el caso de Jorge Larrañaga, el último político de tierra adentro que más lejos llegó en el país hasta que ahora ganó las elecciones Yamandú Orsi.
Pero el “Chito” me la dejó picando y luego de varios días pude rescatar algunas cosas de buena política y de buenos políticos. Quizás políticamente fue un error para el FA pero Paysandú ganó, sus ciudadanos y será tarea de los dirigentes recordarlo en la campaña.