Escribe Sandra Navadián

Como cada 24 de abril, recordamos para no olvidar, lo que fue el exterminio masivo y la deportación forzada de un plan sistemático llevado a cabo por un grupo de jóvenes turcos otomanos sobre la población armenia. Desde 1915 hasta 1923, fueron asesinados más de un millón y medio de civiles armenios. Se caracterizó por la brutalidad de la masacre, la utilización de marchas forzadas con las deportaciones en condiciones extremas, que generalmente llevaban a sus muertes.

Se conmemora esa fecha, ya que ese día las autoridades turcas otomanas detuvieron a 250 intelectuales armenios que eran líderes de la comunidad en Estambul. En los días siguientes esa cifra ascendió a 600 detenidos.

Los expulsaban de sus hogares, despojándolos de todas sus pertenencias, obligados a marchar cientos de kilómetros por el desierto que hoy es Siria, privados de alimentos y agua. La masacre no respetó nada, ni sexo ni edad de las víctimas los que eran sometidos a violaciones y otros tipos de abusos sexuales frecuentes.

La República de Turquía no admite culpas, creando así, un estado negacionista, que vilmente argumenta que se trató de un confuso período de la primera guerra mundial.

Las consecuencias para la minoría armenia que hoy habita Turquía, se ve limitada drásticamente en sus derechos, no condenar el olvido y abren camino para su reiteración…

Uruguay, país que recibió a los sobrevivientes de este genocidio desafió al olvido siendo el primer país en el mundo en reconocerlo por ley, en 1965.

El Consejo Causa Armenia del Uruguay y colectividades de armenios, trabajan desde entonces para afianzar lazos históricos de amistad entre Uruguay y Armenia.

Ese día todo empleado público descendiente de armenios, tendrá libre en su lugar de trabajo por ley 13.326, declarada por el Senado y la Cámara de Representantes de la R.O.U.

Este año a 110 años de aquel trágico acontecimiento, la colectividad armenia realiza una serie de actos conmemorativos, invitando a todos a sumarse a la recordación de nuestros mártires, porque no se debe olvidar y acompañar el reclamo de justicia.

Hoy hay una petición de ayuda a través de firmas para pedir que sean liberados los rehenes armenios detenidos por Azerbaiyán, para que dejen de cometer graves violaciones a los derechos humanos y liberen a los detenidos ilegalmente.

Pedimos por la paz de los armenios y por justicia, que desde ese inicio hasta hoy no la tenemos. Y como dicta la leyenda en la placa que hace honor a los mismos, colocada en el plaquetario de la plaza Constitución de Paysandú, pedido a través de mi persona pudiendo concretar así, desde el grito de la impunidad lo escrito en la misma “NUNCA MÁS GENOCIDIOS”.

*Referente descendiente.