Richard Read.
A continuación ofrecemos la segunda parte de la entrevista con el dirigente de la bebida, Richard Read, hablando sobre otros temas.
-¿Cómo ve la situación de Uruguay?
Uruguay está inmerso en una latinoamericanización de la política. Latinoamérica nos invadió. Lo que siempre fue vivido como la Suiza de América, o vivíamos de espalda a América Latina, hoy en día somos parte de ese contexto. Como dice Nelson Fernández en su libro reciente (El voto del agua tibia) se establecen camadas de olas que se han ido sucediendo durante las décadas en América Latina, cuando había dictaduras en su momento, en todos los países las hubo, vino el liberalismo y se llenó de liberalismo todos los países, con el progresismo se llenó de progresismo y hoy vivimos una etapa del día después. Si presta atención a lo que dice el periodista, tiene razón. Cuando fue Collor de Mello, estuvo Lacalle aquí, Menem en Argentina, se tiño de liberalismo económico la región, hubo privatizaciones, y luego una etapa de progresismo. El progresismo no dejó progreso, dejó sinsabores, que dejó manchas de corrupción y de gestión. Brasil es un caso emblemático, independientemente de si Lula es o no responsable, hay más de 150 personas en cana por lo tanto no es un tema de un hombre solo. Argentina ni que hablar, desde las bolsas por arriba de las rejas en el convento hasta los contadores de dinero. Queda una situación para el común de la gente, para el hombre que se levanta a las 4.30 para ir a laburar por 400 o 500 dólares mensuales, que no falta en su laburo, que cumple, que apostó a los cambios, ahora se encuentra que está como en el juego de la Oca, que vuelve a la salida. Hay como una frustración y la que pierde es la política, por algo en Chile hubo un 62% de abstención. La gente dejó de ir a votar porque dejó de creer y cuando la sociedad dejó de creer en la política abre las puertas al mesianismo, al fascismo. Europa lo deja bien claro, con la aparición de Macron (Emanuel), un candidato con un partido nuevo, como pasa en Uruguay con experiencias legítimas pero irracionales. Yo creo en los partidos, en la democracia, creo en la alternancia, creo en la discusión ideológica. La sociedad crece con el debate político y por ejemplo la movida del campo no fue una movida contra el sistema, para mí eso fortalece a la democracia. Cuando en una sociedad democrática, el ciudadano con libertad puede movilizarse, puede expresarse, puede hacer reclamos, puede hacer críticas, la democracia se fortalece. Cuando la democracia cercena, coarta, limita y prohíbe, esas democracias van camino a una pérdida de libertades. Soy libre pensante, creo en el proyecto de la izquierda, lo que creo también es que las gestiones dejan mucho que desear. Es un problema de hombres, no de concepciones.
-¿Y cree en los empresarios?
Hay de todo, en la India conozco a miles que trabajan codo a codo con los trabajadores. Hay en Uruguay 242 mil pequeños y medianos empresariados que dan trabajo a 900 mil personas que no tienen ningún privilegio, muchos trabajan con dos operarios que son sus empleados, que se mimetizan con los patrones. Nadie sabe quien es el empleado y el patrón, si se atrasa en BPS acá te arrancan la cabeza. Pequeños emprendedores uruguayos que muchos de ellos de un despido armaron un pequeño negocio y tienen un empleado, esos son 900 mil puestos de trabajo y el Estado mira para un costado. Yo creo que hay que privilegiar ese tipo de empresariado, ese tipo de gente que arriesga su pequeño capital para tratar de salir adelante, de abrirse paso y dar mano de obra a sus pares. No creo en las grandes multinacionales, Esto último de UPM es un tema a discutir, las prebendas que se le han otorgado, las concesiones que se le han dado, aún a cambio de nada porque la última palabra la tienen ellos, abre un camino en el que el otro uruguayo se pregunta, por qué a mí no me dan nada. La construcción de una sociedad no es por el pensamiento único, es por la diversidad de propuestas, lo que hay que tener claro son las reglas de juego. Y dentro del marco legal vale todo.
-Pero ¿no ha habido avances en estos últimos años?
En esta etapa ha habido avances económicos pero no sociales, se creció en economía pero no en sociedad, tenemos una sociedad con valores muy escasos comparados con 15 años atrás.
Es una responsabilidad de la sociedad, los gobiernos también tienen responsabilidad, para eso gobiernan. Se le dio mucho más valor a la tarjeta de crédito que a la cédula, es más importante la tarjeta que el apellido que uno tiene, ya no le importa a mucha gente quedar bien o quedar mal, salir a la calle y tirar la basura fuera del contenedor le importa un huevo aunque el vecino me esté mirando. No me interesa lo que piensen de mí. Creo que se abusa del individualismo en contra del colectivo. Por eso para la Federación de la bebida es un acto de solidaridad desprendernos de lo que tenemos para darle al más necesitado. Por lo tanto vuelvo a decir, pasamos raya, tenemos una deuda de miles de millones, una deuda interna, en tarjetas. Si rascamos la mitad de las deudas son en cosas superfluas que no sirven absolutamente para nada, es consumismo puro y barato y por otro lado los 900 mil trabajadores que siguen ganando menos de 19 mil pesos.
-Es un fenómeno internacional el consumismo.
Es un fenómeno internacional, se da más luego de crisis, pasó luego de la crisis de 2002, mejoró el país y la gente tuvo un peso y vive como si fuese el último día. Eso no construye sociedad, construye individualismo. El ser humano intrínsecamente tiene un deseo de progreso y avance. Me parece bien que no haya conformismo. Es legítimo que la gente reclame mejoras, lo interesante hubiese sido que las plataformas sindicales no estuvieran circunscriptas solamente a salarios, tuvieran un desarrollo de educación, de expansión, de recreación. Hubo una redistribución de la riqueza, sí, pero totalmente insuficiente. Si uno ve el aporte que se le dio al capital en los últimos 15 años y los sueldos más bajos siguen siendo más de un millón. Ahora en cuatro meses habrá consejo de Salarios.
Acá hubo capitalistas que dejaron deudas como los Fernández de Fripur de 70 millones de dólares y el estado les sigue comprando energía. No hablo de eso, hablo del capital trasnacional, la soja por ejemplo. Luego veremos como quedan los suelos, que queda en los próximos años y de impuestos muy poco. Está lejos la distribución de la riqueza de colmar las expectativas mínimas y esperanzas.
-¿Qué piensa del IRPF?
Como trabajadores estamos en contra del IRPF, la gran discusión y se lo dijimos en la Federación de Bebida al ministro Astori que fue a una reunión, para nosotros más que discutir el porcentaje de aporte de IRPF, nos gustaría discutir como retorna el impuesto. En todos lados hay impuestos, el tema es como retorna. Si yo con mi impuesto pago la educación pero si tengo que mandar a mi hijo a la educación privada, si pago seguridad pero tengo 62 mil guaridas privados, si pago salud pero tengo que estar metido en una mutualista, pago dos veces el impuesto. ¿Cómo retorna el impuesto? Ese es el gran tema. En Noruega, y en los países nórdicos el aporte es del 72% del sueldo, cobro 100 mil pesos de sueldo y y cobro 28 mil, el resto es para el Estado pero no pago transporte, salud, educación, nada, está todo cubierto. La gran discusión no es cuanto pago de impuesto sino cuanto retorna a la sociedad de ese impuesto.