Apuntes de la entrevista con Eugenio Schneider
A continuación compartimos algunas frases del empresario de la entrevista que le realizáramos y que se publicara en el número 287.
“Yo cuando digo que vine con 1.000 dólares es verdad. Acá se debía todo. El patrimonio de FRICASA era negativo y yo hacía 9 años que era presidente del directorio. No le encontré la vuelta desde afuera. Cuando vine a vivir acá tuve que luchar los primeros años. No nos fiaban ni para matar una tropa de ganados, en billete teníamos que pagar”.
“Esto antes era una cooperativa. FRICASA fue fundada por 280 accionistas, toda clase de gente tenía acciones. El propósito era reflotar el frigorífico nacional”.
“A la deuda la terminé de pagar yo. No le debo nada a nadie, ni un peso. Hoy no hay nada hipotecado y pude empezar a vender terrenos a gente de Paysandú. Entre setiembre y fin de año vendí alrededor de 22 terrenos, algunos a argentinos. Este es un lugar muy lindo para vivir”.
“Acá a La Pulpería (restoran) viene gente de todos lados. El otro día vinieron unos alemanes. Una pareja que se embarcó en el 2000, y que nunca más estuvieron en tierra. Ellos estaban en Concepción del Uruguay y vinieron a La Pulpería. Un barco viejo, negro, es gente que tiene rentas suficientes para poder hacer lo que hacen”.
“Cuando yo digo que FRICASA tiene 700 empleados incluyo a los de las carnicerías que no vienen a trabajar acá”.
“Tengo amistad personal con Mujica. Todos piensan que los políticos pueden solucionar y no saben administrar lo suyo. Mujica ha estado varias veces en mi casa. Vos si comprás un kiosco ¿se lo darías a él para administrarlo? Porque gobernar es administrar. Es tener una idea de sobrevivencia, prosperidad y administrar”.
“Ahora tenemos el caso de Novick a quien conozco. La gente dice que no es político, político es destinar tu tiempo al bien común, esa es la esencia. Acá es una carrera desenfrenada y eso estimula muchas conductas impropias. Te pongo un ejemplo, un cuento cuando el sindicato que ahora tiene 40 integrantes y antes eran 130 y los empleados eran 400 y no 700, una vez viene el presidente del sindicato y me pidió una audiencia, me dijo, -mire, yo estoy convencido que ud. es el mejor empresario de Sudamérica, yo me quiero ir y quiero que me dé algo. Yo le contesté que no te voy a dar nada, ¿sabes por qué? Porque vos estás vendiendo el alma, te vendés ante tus compañeros como una cosa y sos otra. Tenés tres retenciones y no te queda nada del sueldo y vos querés trabajar en negro y la otra porque no te doy la plata, toda la vida cuando te mires al espejo vas a ver un traidor. Vos sos muy joven y me vas a agradecer, igual se fue”.
“En este momento el personal me debe 250 mil dólares. Me lo pagan en cuotas. Yo analizo la situación. Hay gente que me pide para pagar las tarjetas, si yo veo que no tiene salida les digo, vos declarate en quiebra, vas a estar en el clearing, me vas a deber a mí y yo si te voy a dar. ¿Qué tenés a nombre tuyo? Yo los asesoro. Yo no le cobro intereses, le pongo el valor hora de trabajo. La moneda tuya es el sudor que hoy vale 150 pesos”.
“Yo tengo 41% de la empresa. El resto se las repartí a mis empleados. Mi gerente tiene el 17% de las acciones. El jefe de ventas tiene un 8 o 9%, el jefe de producción 7%. Hay muchas inversiones, ellos se sienten dueños y pelean como fieras. No tiene ganancias, es el hecho de ser parte, hay mucha cosa que estamos haciendo. Ahora mismo estamos haciendo un depósito de mil toneladas de carne porque producimos 1.500 toneladas por mes y alquilamos en Montevideo. Eso significa una logística grande, cámaras, documentación. Entonces decidimos iniciar la obra por cuenta propia y por nuestros albañiles. Tenemos ingenieros civiles que nos asesoran, los hermanos Belvisi. Los Arquitectos no me garantizan que la obra no se caiga. Para La Pulpería no contraté arquitectos, solo ingenieros y yo. El arquitecto se adueña, si no cambia las cosas a su manera. Es una cruza con artista, diseñador”.
“También están sobrevaluados los escribanos acá. Hay muchísimos. Tienen varias veces más que en otras partes por habitante. A nosotros nos enloquecen con las certificaciones y acá para delinquir es fácil, faltan controles. Para comprar un terreno de 10 mil dólares tenés que justificar de donde los sacaste.”
“Batlle veía un país muy salvaje fuera de Montevideo. Charles Darwin estuvo meses en Uruguay a caballo. Llegó hasta Mercedes. Un día habló con un gaucho. Le pidió que le cuidara los caballos, quería tener un encargado de su tropilla. Dijo que no tenía esa persona y agregó -¿si ud. sabe de alguien avíseme”.
“En Montevideo el jefe de correos falsificaba estampillas”.
“Un galpón vamos a hacer acá. Tengo 52 anotados para aprender el oficio. Esto surgió el año pasado. Bajaron mucho los precios de los cueros. Vamos a hacer el curtido”.
“Los que tienen 8 o 10 años son irrecuperables. Se van a formar hordas, vamos a tener una gran regresión cultural.”
“El respeto, todo lo que se construyó en un par de milenios se va a perder y las soluciones serán bélicas. Uruguay es un país que está volviendo a la situación del 900 donde la tierra es extranjera. En la industria frigorífica yo tengo el tercer frigorífico en tamaño, todo lo demás es extranjero. Me lo quisieron comprar pero yo tengo una norma moral, no vendo sangre humana, mi gente no es vendible”.
“En el exterior aprecian la carne que viene de pasto, se vende la imagen de un país despoblado, al aire libre”.
“El avance tecnológico está produciendo efecto del vaciamiento del cerebro. Hoy estamos en la era del hombre stupidus”.