Escribe Mauro Goldman
En dos semanas se repitió un concepto que advertí leyendo noticias que confirmaron un pensamiento. ¿Cuándo nos fue muy bien?
El ex presidente de Nacional Ricardo Alarcón comentó en una entrevista con Alejandro Fantino que el fútbol uruguayo empezó a caer cuando perdió la humildad. Concretamente dijo que «el mundial del 50 fue épico pero el fútbol uruguayo empezó a caer abruptamente porque perdimos la humildad».
Y hace unos días un recorte de un programa de streaming de Daniel Castro volvió por la misma senda. Siempre tomando como mojón el pasado.
En un tramo del intercambio entre Carlos Batthyany e Ignacio Munyo en el programa “Pongamos Pienso” recordaron que en los dos períodos de Batlle y Ordoñez, al finalizar el primero don “Pepe” se va del país para no hacerle sombra a don Claudio Williman.
Se fue a estudiar, él incluso le pide a Washington Beltrán del PN que vaya a estudiar a Europa los modelos europeos, a su principal adversario político. Les interesaba el tema de la delincuencia adolescente.
Ya estaba el concepto de que había que ir a afuera a buscar ideas, pensamiento para poder incorporarlo.
Inclusive le reporta en una carta lo que estaba viendo el propio Beltrán.
También comentaron que cuando Uruguay hace el Hospital de Clínicas y lo inaugura en 1954 se da cuenta que no tiene una persona para dirigir esa institución que era el hospital más grande de América.
Y trae a alguien del exterior, por lo tanto el primer director no es uruguayo.
En lo local, ¿A quién trajo Remeros Paysandú en 1943? A Wilfredo Raymondo, el primer profesor egresado de Educación Física, merced a gestiones de la Comisión Nacional de Educación Física. El resto de la historia es conocida.
¿Hoy somos capaces de hacer eso?
Tenemos la humildad suficiente para darnos cuenta que necesitamos traer espertiz de afuera en algunas situaciones.
Hay una diáspora de 20% de uruguayos se preguntan en el programa de Castro.
Se ha perdido la humildad, quizás no sea solo eso.