Espectáculo en Wanderers

 Escribe Darío Rodríguez

Eran las 20.50 del sábado 5 cuando Juan Monzón, en un hecho casi inédito, anunciaba que, como estaba programado, a las 21 hs, comenzaría el show. Lo que efectivamente sucedió.

La baja temperatura no impidió la masiva presencia de la gente de todas las edades en la cancha de fútbol 5 de Paysandú Wanderers. Organizadores la estimaron en mil personas.

A las 21 hs, en un predio sobriamente vestido, subieron los Truman, realizando una parodia sobre la guerra de Malvinas y deslizando, con mucho humor, críticas a la IDP y a su director de Cultura para deleite de los presentes. Ya en esos momentos la cantina funcionaba a pleno y era un ir con las manos vacías y volver a los asientos con panchos, chorizos al pan y algún líquido elemento. Los más chicos, una presencia muy frecuente en estos eventos, hacían la suya o seguían con atención cada espectáculo; otros reclamaban su pancho.

Luego, con pausa suficiente para hacer funcionar la cantina y los varios baños químicos, subió Jardín del Pueblo, evocando sus 40 años de existencia. El cuplé sobre la familia fue una muestra de la buena performance de la murga (fue a la liguilla y tuvo varias menciones) con voces afiatadas. Mientras la murga cantaba su retirada, evocando a momo, un gato se trasladaba cansinamente de una punta del muro vecinal interpretando que era su hora de partida.

Pasada las 23 hs. subió Doña Bastarda, primer premio del carnaval montevideano. Tuvo un cálido recibimiento del público que disfrutó del couplé “En la mala”. En el interín que se desarrollaba la actuación, un par de hombres, uno de ellos descalzo y de medias y el otro vendedor de curitas, se acercaban, por el costado del escenario, asintiendo alguna cuarteta o diciendo frases ilegibles.

Dos cosas parecen necesarias mencionar. Es imprescindible que la ciudad tenga, actividades y espectáculos variados, -sumando esfuerzos-, que hagan atractiva la ciudad tanto para propios como para visitantes. Es clarísimo el rol que debería cumplir la IDP como articulador y, en casos, ejecutor.

Otro dato no menor y, muy relevante, no hubo presencia policial y no hubo incidente alguno.

Pasada la medianoche la multitud se retiraba caminando, comentando el espectáculo, en sus propios vehículos o tomando taxi. Al subir por 18 de Julio, salvo algún 24 hs, los restaurants habían cerrado la cortina. La muzzarella quedó pendiente.

Fue un gran espectáculo respaldado por la gente.