La industria nacional atraviesa una profunda crisis que no solo afecta a las fábricas, sino al entramado social y laboral del país. Así lo expresó Danilo Dárdano, presidente de la Confederación de Sindicatos Industriales del Uruguay (CSIU), durante su visita a Paysandú, donde se reunió con trabajadores despedidos de la empresa Paycueros en el día de hoy. La CSIU nuclea a 14 organizaciones sindicales y representa a unos 25.000 afiliados en todo el territorio.

Dárdano trazó un panorama preocupante. En 1988, el país contaba con 250.000 trabajadores manufactureros cotizando al BPS. Hoy, esa cifra se redujo casi a la mitad. “La situación industrial es muy complicada. En Paysandú, históricamente un departamento industrial, hoy lidera el desempleo en Uruguay”, afirmó.

La planta de Paycueros, que supo emplear a cientos de trabajadores, hoy apenas mantiene unos 300 puestos laborales. Recientemente, 50 empleados fueron despedidos, en lo que el sindicalismo interpreta como un golpe más en un proceso sostenido de desindustrialización. “Hay un terreno minado. Coincide con el cambio de gobierno, y aunque no tenemos pruebas, hay algo que nos hace ruido”, sostuvo en referencia a la ola de conflictividad que coincide con el nuevo gobierno.

Una crisis estructural

La pérdida de empleos industriales no es exclusiva de Uruguay. Dárdano explicó que, en un reciente seminario en México con representantes de América Latina y el Caribe, se constató una problemática común: “Exportamos mano de obra barata y materias primas con poco valor agregado. Cada vez nos primarizamos más.”

El líder sindical abogó porque Uruguay se integre a las cadenas regionales de valor para salir de este estancamiento. “No podemos pretender hacerlo todo. Debemos especializarnos en nichos, como parte de un modelo de cooperación industrial en el Mercosur”, afirmó.

Pero también denunció la falta de igualdad de condiciones en el bloque. “Paraguay tiene una ley que le otorga ventajas impositivas y salariales a los que invierten. ¿Cómo competimos así desde Uruguay, donde los costos son mucho mayores?”, cuestionó.

Propuestas y esperanza

La CSIU presentó 12 propuestas al gobierno para reactivar la industria. Entre ellas se destaca la creación de un fondo industrial que permita reconvertir trabajadores despedidos y capacitarlos para nuevos empleos. También piden mejorar la ley de inversiones para fomentar proyectos en el interior del país y ajustar el precio del dólar, que “demasiado planchado perjudica a la industria nacional”.

Dárdano que estuvo unas pocas horas en Paysandú porque tenía compromisos en la capital del país se mostró esperanzado con el retorno de los Consejos Consultivos Sectoriales, espacios tripartitos entre sindicatos, empresarios y el Ministerio de Industria que, según dijo, tuvieron mayor efectividad durante el gobierno de José Mujica.

“Necesitamos planificación. Si dejamos todo al mercado, seguirán habiendo ganadores y perdedores. Y los perdedores seremos los trabajadores”, advirtió. En ese sentido, reclamó que gobierno nacional, intendencias, empresarios y trabajadores articulen un plan común para revertir la caída de la producción y del empleo.

Un futuro incierto, pero con compromiso

Paysandú es hoy el epicentro visible de una problemática nacional. Pero para Dárdano, la clave está en la unidad y la propuesta. “Vinimos a apoyar a nuestros compañeros, a compartir un guiso con ellos y pensar juntos qué hacer. Si no se actúa ya, seguiremos teniendo malas noticias con reestructuras y cierres de fábricas”, concluyó.